Tomando como base fundamental para esta reflexión los
aportes de la Neurociencia, los cuales nos han permitido comprender mejor la
forma como aprende el ser humano, indagando desde los aspectos biológicos (el
cerebro) hasta comportamentales, llevándonos a entender como aprendemos
partiendo de la idea de que somos diferentes debido a que contamos con
habilidades, capacidades y experiencias
de vida diferentes, lo que nos hace seres únicos.
Partiendo de esta idea, podemos darle una mirada al caso
propuesto, el cual trata de un niño de 6 años, estudiante del colegio integral San José, quien cursa
primer grado de Educación Primaria y según información compartida por sus
padres y tal como reza en el informe institucional, ha sido diagnosticado con
Autismo, más específicamente “Síndrome de Asperger”.
El informe pedagógico del colegio revela aspectos
comportamentales que el niño ha ido experimentando desde su nacimiento hasta su
edad actual, pero antes de realizar cualquier aporte como profesores, es
fundamental resaltar que gracias a La Neurociencia se ha demostrado que el
Autismo no es causado por una deficiencia en la estructura del cerebro o por
algún tipo de diferencia fundamental del mismo, por el contrario,
investigaciones actuales han evidenciado que el Autismo va más guiado a una
incorrecta conexión cerebral, un cerebro con insuficiente interconectividad y
sincronización entre múltiples regiones dispares, es por esa razón que los
niños y niñas con Autismo tienden a enfocarse en actividades que impliquen estímulos
estáticos, tareas repetitivas, palabras y frases sencillas con pocos detalles,
entre otros, pero eso no quiere decir que carezcan de inteligencia y es allí
donde la escuela y la familia juegan un papel importante en el desarrollo
integral del niño y niña Autista.
Volviendo al caso, el niño puede estar presentando el
comportamiento manifestado en el diagnostico
(baja autoestima, concepto negativo de si mismo, etc.) debido a que ha
sido tratado como un niño enfermo sin estarlo y sin ser la intensión de sus
padres, transmitirles sus inseguridades y miedos al niño en lugar de capacitarse
acerca del tema. En este punto es fundamental que las Funciones Ejecutivas del
niño sean fortalecidas teniendo en cuenta que aún se encuentra en el punto de
vista temporal donde los niños y niñas se entran desde los 4 años al sistema
educacional y donde científicamente se evidencia que es clave para el
desarrollo de las FE, ya que se lograría una integración funcional de los
subcomponentes que haría un cambio pertinente en el aspecto comportamental del
niño. Se considera fundamental que el colegio y la familia trabajen de forma
mancomunada para lograr el objetivo, debido a que la identificación, el
conocimiento y la adecuada estimulación de la FE impactan en las distintas
dimensiones de la persona como por ejemplo, las emociones, la motivación, la
autoconfianza el razonamiento y la
conducta, de esta forma también lograran normalizar el ambiente para que el
niño interactúe a su propio ritmo, sin sentirse presionado con las personas a
su alrededor, de esta forma se sentirá incluido y por consiguiente más feliz.
“El autismo es lo que
me hace a ser quien soy. No puedes curarme el autismo. Está entrelazado en la
manera en la que percibo el mundo”. Tina J. Richardson.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario